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Lor
La kombucha
es una bebida natural fermentada muy saludable y refrescante, que puede
prepararse de forma casera con los materiales adecuados y con los conocimientos
necesarios en cuanto a limpieza y seguridad alimentaria. La kombucha ofrece
múltiples posibilidades en cuanto a saborización y puede ser una excelente
alternativa a otras bebidas menos saludables. Ven a conocer este mundo
apasionante de la mano de Fran Windberg, experto en fermentación de Fermakers,
la primera kombuchería profesional de Madrid.
¿Qué es la
fermentación?
La
fermentación es un proceso químico en el que microorganismos vivos, como
bacterias o levaduras, descomponen los carbohidratos en una sustancia más
simple, obteniéndose numerosos ácidos positivos y CO2 natural (las famosas
burbujas).
En el caso
de la kombucha, la fermentación se realiza a partir de té u otras plantas
endulzadas y un cultivo original llamada scoby (siglas en inglés de
«cultivo simbiótico de bacterias y levaduras»). El Scoby el resultado
de la fermentación anterior y contiene las bacterias y levaduras necesarias
para fermentar el té. (en fermakers contamos con bacterias y levaduras de más
de 10 años que le otorgan nuestro singular sabor y equilibrio)
Para
preparar kombucha de forma casera, es importante contar con los materiales
adecuados, como frascos de vidrio, tapas herméticas y termómetros para medir la
temperatura. Además, es fundamental mantener una buena higiene en todo momento,
tanto en la preparación de los ingredientes como en la manipulación de la masa
gelatinosa.
Ingredientes
primera fermentación
Los
ingredientes necesarios para la primera fermentación son té, azúcar y especias.
El té puede ser negro o verde, y el azúcar puede ser blanca o morena. Las
especias son opcionales y pueden ser de todo tipo.
Para
preparar el té, se coloca agua a hervir y se agrega el té y el azúcar. Después,
se deja enfriar hasta alcanzar una temperatura adecuada para añadir la madre y
levaduras. La temperatura ideal para la fermentación es de entre 20 y 30 grados
Celsius, y se recomienda añadir la madre una vez que el té ha alcanzado esta
temperatura.
Durante la
fermentación, es importante controlar el pH del té para asegurarse de que la
fermentación se está llevando a cabo correctamente. El pH ideal para la
kombucha es de alrededor de 3,5. Además, es fundamental realizar un seguimiento
diario del proceso de fermentación para asegurarse de que todo está funcionando
correctamente.
Una vez que
se ha completado la primera fermentación, es posible realizar una segunda
fermentación añadiendo frutas, jugos o especias. Durante esta segunda
fermentación, se produce una carbonatación natural que da lugar a una bebida
burbujeante y refrescante.
Es
importante probar la kombucha durante el proceso de fermentación para
asegurarse de que se está obteniendo el sabor deseado.La kombucha puede ser
saborizada de múltiples formas, desde frutas hasta hierbas aromáticas. El sabor
de la kombucha dependerá de los ingredientes utilizados, del tiempo de
fermentación y de las manos y estilo del “brewmaster”.
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